Wednesday, August 14, 2013






Hace tiempo que no escribo en mi blog en español porque estuve ocupado tratando de vender mi primera novela, The Hypostatic Union. Es un thriller teológico sobre un detective ateo que es contratado por un monje cisterciense para buscar a Dios. Tengo que admitir que escribir resulta más fácil que vender, aunque supongo que mucho tiene que ver con mi carencia de iniciativa en el campo de la venta. Y no tendría que ser así ya que el buen vendedor es en esencia una persona imaginativa,  perceptiva, y astuta – como un escritor, o como un personaje sagaz de su novela. Pero hay algo que tiene el vendedor que no tengo yo, y, también, no tienen muchos escritores: la proyección, el movimiento corporal, la oratoria, la intuición y la vocación mercantil. Los escritores podemos convencer con las palabras en un papel, con la prosa, la lírica, la expresión precisa; es un ejercicio interno que podemos dominar en el silencio de nuestra mentes, en un recodo donde podemos liberar nuestras fantasías mentales en un espacio físico limitado. Pero una vez fuera del papel, el mundo se vuelve inestable, no dominamos la reacción de otros, no somos los maestros titiriteros, nos cuesta tratar con diferentes personalidades, no sabemos cómo va terminar la novela, ni sabemos por dónde empezar. Como me comentó un amigo escritor de Letonia: “nos falta papel”.

Justamente en el papel (o una pantalla) es donde quiero intentar este difícil arte de la venta siguiendo los 9 puntos esenciales de dos economistas de renombre:


  1. El vendedor – yo, el letrado
  2. La mercancía – mi libro, una novela de ficción
  3. El cliente – el ávido lector de novelas de misterio y suspense.
  4. El contrato – para toda la vida o hasta que el lector adquiera otro libro y sus mecanismos para almacenar información se pierdan en el olvido
  5. Precio – regalado. Sólo hay que pensar: horas escribiendo el libro (4800) x mis honorarios por hora (50 dólares) = $240,000. Comparar esta cifra con el precio del libro…¡regalado!
  6. Calidad – hay un asesinato, un monje, la religión, un detective, sexo, asesinos, Vaticano, Mafia Rusa, corrupción, códigos escondidos, astrología, historia, arqueología y Dios.
  7. Influencia – puede cambiar la perspectiva que uno tiene de la religión organizada.
  8. Presentación – Tic, toc, tic, toc, el tiempo se perdía en el espacio...




Será esto suficiente para emprender una gran venta. Quizás falta un poco de constancia y una que otra sabia palabra para que esto tenga éxito: ¿Por qué?, ¿Por qué No?, ¿Por qué Yo?, ¿Por qué no ahora? Gracias, James Allen.

© 2014. Marco Miranda. All Rights Reserved.


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