los inmaduros
Me he dado cuenta que muchos de mis cofrades de izquierda no han evolucionado lo suficiente para distinguir entre un sistema político que funciona en pro del pueblo y otro que los somete con la ignorancia, la represión y la falta de libertades. La izquierda tendría que ser más consciente de las injusticias y la manipulación de la verdad ya que surgió de la lucha contra estas mismas injusticias por parte de los previos regímenes de derecha y dictaduras militares. Izquierda vs Derecha, el ser humano y su obsesión por enfrentar los opuestos. Sin embargo, esa demarcación de antaño ya no tendría que existir porque los sistemas políticos y socioeconómicos son mucho más complejos; en su lugar hay que saber lo que es justo e injusto. Y lo que pasa en Venezuela es sumamente injusto. Realmente, hay que ser ciego y totalmente imbécil para apoyar lo que está haciendo Maduro en Venezuela. La izquierda, la derecha, el centro, y todos los otros matices políticos tienen que levantar su voz. Apoyar a Maduro es como apoyar a Assad en Siria, Putin en Rusia y ya que estamos, a Hitler y a Stalin.
Pero muchos declaran en su defensa: ¡fue “democráticamente” electo!
Por supuesto. Pero la democracia no le da carta blanca para atropellar los derechos humanos, recortar libertades y secretamente apoyar escuadrones de delincuentes que siembran el terror entre los que no apoyan al régimen. La democracia se gana gobernando con justicia y dialogando con todos los partidos, buscando siempre soluciones que resuelvan los problemas del país. La democracia se gana reconociendo la alternativa política y mejorando la plataforma del partido para volver a gobernar con más brío y ecuanimidad. La democracia se gana con la paz y no la guerra.
La izquierda, urgentemente, tiene que madurar. Tienen que darse cuenta que todo es un cuento, que muchos gobernantes se autoproclaman de izquierda para justificar — en nombre del pueblo — sus abusos de poder (y su cuenta suiza). Hay que denunciar lo que pasa en Venezuela y en especial a organizaciones como Unasur y la OEA que le han dado a Maduro su tácito apoyo, y ahora él cree que puede hacer lo que le salga de los cojones. En el fondo, esas dos organizaciones no sirven para nada y hay que echar a todos los que votaron a favor de Maduro. Son unos cobardes, unos interesados que no tienen agallas.
Al final del día, Maduro sigue en el poder, los abusos continúan, los asesinatos, la falta de libertades, la escasez, y la opresión al estilo castrista. Al final del día, la izquierda tiene que despertar de su letargo, de sus ilusos sueños utópicos, de sus inútiles tertulias y círculos pseudo-intelectuales. Hay que salir de la inmadurez política y enfrentar a los que quieren destruir las libertades básicas de todo ser humano. Es la forma más correcta, más madura, de hacerle frente al inmaduro Maduro.
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